REVISTA VÍA SALUD Nº47 2009
REVISTA VÍA SALUD Nº47 2009
Artículos
Cuando se invoca la autonomía médica, frecuentemente, se evidencia confusión respecto a quién aplica (¿al individuo o la profesión?) y qué significa. Para comenzar, veamos qué se entiende por autonomía. La palabra se deriva del griego auto, “uno mismo”, y nomos, “norma”, esto es, la capacidad de alguien para tomar decisiones sin ayuda de otro. Para la Real Academia de la Lengua, autonomía es la “condición de quien, para ciertas cosas, no depende de nadie”. Por otra parte, el Diccionario enciclopédico Norma la define así: “Estado y condición del individuo o pueblo que se gobierna por sí mismo”.
Una guía de práctica clínica (GPC) se define como el conjunto de afirmaciones, desarrollado de manera sistemática, para asistir a médicos y pacientes en la toma de decisiones sobre la atención en salud apropiada para circunstancias específicas (1). En ese sentido, la calidad de una GPC se juzgará en función de la claridad de sus recomendaciones, de su factibilidad y de su validez científica; en últimas, la evaluación de una GPC también dependerá de la medida en que efectivamente logre su objetivo primordial: influir en las decisiones clínicas en contextos específicos.
- ISSN0123-1782
- AutorMieth Alviar, Klaus W
- EnRevista Vía Salud 2009; Ene-Mar (47):6-13
El Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (PIDESC) reconoce el derecho al disfrute de la mejor salud física y mental posibles. Este reconocimiento implica que los Estados parte están obligados a garantizar tanto las facetas negativas del derecho a la salud como sus facetas positivas. En general, las facetas negativas entrañan obligaciones de abstención: por ejemplo, para proteger el derecho a la libertad de los individuos, el Estado se obliga a no detenerlos sin justa causa.
- ISSN0123-1782
- AutorCastaño Yepes, Ramón Abel
- EnRevista Vía Salud 2009; Ene-Mar (47):14-20
¿Cómo lograr decisiones legítimas e imparciales sobre el derecho a la salud?
El trasplante se considera la mejor alternativa terapéutica para aquellas personas cuyos órganos o tejidos no funcionan adecuadamente. Sin embargo, este procedimiento no está exento de problemas como la escasez de donantes, el alto costo de la atención y de los medicamentos y la dificultad para el control sobre la demanda (pacientes en lista de espera) y la oferta, es decir, órganos y tejidos donados.
Un imperativo en donación de órganos y tejidos: 20 por millón para el año 2011
En los últimos años hemos sido testigos de un insospechado auge del tema de calidad y de diferentes métodos para conseguirla. Además de las estrategias tradicionalmente utilizadas, como auditoría y acreditación, se ha tratado de aplicar a la salud una serie de herramientas gerenciales a partir de experiencias tomadas de otros campos. Pero, ¿por qué se presenta esto?, ¿por qué el sector busca experiencias ajenas a las propias?, ¿por qué la discusión no se queda solamente en temas tan relevantes y apremiantes como el aumento de la cobertura o la búsqueda de eficiencia y reducción de los costos, postergando el tema de la calidad para momentos de calma?
- ISSN0123-1782
- AutorGómez de León, Patricia
- MateriaServicios de salud; Administración hospitalaria; Administración de los servicios de salud; Aseguramiento de la calidad; Atención médica
- EnRevista Vía Salud 1997; Jul – Sep (1):4-9
Una niña de 17 meses de edad, quien desarrolló una falla respiratoria aguda. Mientras se preparaban el laringoscopio y el tubo endotraqueal, el intensivista dio una orden verbal para administrarle atropina, etomidato y rocuronium. Casi inmediatamente después de emitida la anterior orden, antes de la intubación, la paciente se desaturó agudamente. El equipo se dio cuenta de que la paciente había recibido prematuramente el relajante muscular; sin embargo, la intubó sin dificultad y el estado respiratorio de la niña se estabilizó.
- ISSN0123-1782
- AutorCentro de Gestión Hospitalaria
- EnRevista Vía Salud 2009; Ene-Mar (47):28-29
De las primeras sentencias de la Corte Constitucional en materia de salud (hace más de diez años) a la fecha, se han acallado las voces que criticaban esas decisiones, por extralimitación de las normas legales y reglamentarias del Sistema de Seguridad Social y la disposición de recursos parafiscales para asumir los costos de las órdenes judiciales. Considero oportuno reabrir el debate académico en torno a las facultades de los jueces de la jurisdicción constitucional para ordenar intervenciones, servicios y medicamentos por fuera de los previstos en el sistema diseñado por la ley, desviando recursos que no estaban destinados para tales actividades y que podrían poner en riesgo, a mediano plazo, la sostenibilidad financiera de la seguridad social en Colombia.
- ISSN0123-1782
- AutorCharry Urueña, Juan Manuel
- EnRevista Vía Salud 2009; Ene-Mar (47):32-34
La Corte Constitucional y la sostenibilidad del Sistema de Seguridad Social en Salud*
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