REVISTA VÍA SALUD Nº46 2008

La etapa final de la vida de las personas, en el marco de una sociedad posmoderna: envejecida, diversa, pluricultural, utilitarista, deliberativa, conformada por ciudadanos informados, conocedores de sus derechos, que valoran la calidad de vida incluso por encima de la vida misma, donde la medicina está signada por los desarrollos biotecnológicos, las restricciones del gasto en salud y la juridificación del acto médico, requiere que, desde la prestación de los servicios de salud, se reflexione sobre los fines de la medicina y se reinterpreten los principios éticos que clásicamente han orientado el cuidado de la salud: autonomía, beneficencia, no maleficencia y justicia. En medio de la interacción de la tecnología con la vida amenazada, emerge la necesidad ética de procurar la excelencia en la práctica médica: no sólo promover el bienestar del paciente, sino evitar producir un mayor daño del que posiblemente la enfermedad ya ha instaurado, garantizarle sus derechos, posibilitar su autodeterminación para la toma de sus decisiones y usar razonablemente los recursos disponibles de salud. Así, utilizando casos clínicos, se analizan algunos de los dilemas al final de la vida, a la luz de la posible reinterpretación de los principios clásicos, al igual que la emergencia de los nuevos. Zingong preguntó: ¿Hay una sola palabra que pueda guiarle a uno en la totalidad de la vida? El maestro dijo: ¿No debería ser reciprocidad? Lo que no quieras para ti, no lo hagas a nadie. Analectas, Confucio.

La investigación en humanos evoluciona. Actualmente se trata de una actividad regulada. Ética e históricamente se justifican las regulaciones internacionales y la reciente adopción en Colombia de la buena práctica clínica. Esto se traduce en unos estándares de calidad aplicables a las instituciones, a los comités de ética en investigación, a los investigadores y patrocinadores, sin olvidar que el centro de reflexión debe ser el participante en los ensayos clínicos.

La calidad de la atención que reciben los pacientes es un tema de gran actualidad en el mundo, porque se encuentra estrechamente relacionado con la esencia misional de los servicios de salud, cuya finalidad es disminuir los riesgos en la atención de la población objeto.

Este caso corresponde a un paciente de 59 años de edad con falla cardiaca congestiva grave, pero bien controlada con espironolactona y otros medicamentos apropiados. Fue dado de alta después de una hospitalización corta para el tratamiento de una celulitis en su pierna derecha. El médico tratante le solicitó al interno formularle los mismos medicamentos que venía tomando y adicionar amoxicilina para siete días.