El Modelo de Atención para pacientes con Leucemia Mieloide Crónica (LMC) tiene el propósito de dar los lineamientos de mejoramiento, en el enfoque de excelencia, para que las instituciones prestadoras de servicios de salud, puedan diseñar, rediseñar y/o reinventar sus programas de atención, de tal manera que los resultados de desempeño clínico generen valor para el paciente, es decir, mejores resultados de salud y de satisfacción en relación con el costo.
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Principios
Centrar la atención en el paciente es la dimensión más fuerte de calidad y buscar estrategias para
cumplirla se convierte en un imperativo de y para todos los procesos de atención y actores de los
sistemas de salud. Diseñar la atención involucrando al paciente y a su familia en las decisiones de
tratamiento, respetando sus preferencias, necesidades y valores, ha mostrado en la evidencia un
impacto favorable en la adherencia, en los resultados clínicos y en la satisfacción del paciente. En
el manejo de los pacientes con LMC, la atención centrada en el paciente como rector de los
programas y Modelos de Atención, toma especial relevancia, no sólo para la decisión del tratamiento, sino para garantizar el monitoreo, seguimiento y acompañamiento, razón por la cual,
se constituye en uno de los principios fundamentales para generar valor para el paciente.
Responde a la prioridad de mejorar los resultados de desempeño clínico e implica generar y
desplegar estrategias e intervenciones claves, necesarias y determinantes en la atención, de tal
manera que las recomendaciones de la evidencia científica disponible, se implementen en la
operación de los procesos en el día a día de manera estandarizada, garantizando disminución de la
variabilidad y aportando al logro de los mejores resultados en términos de efectividad (logro de los
objetivos de tratamiento) y seguridad (control de los riesgos relacionados con la atención misma),
que se convierten en el propósito que articula todas las directrices del Modelo de Atención.
El enfoque del Modelo de Atención centrado en el paciente, con altos niveles de calidad y
seguridad, debe considerar un despliegue integral de los procesos de atención, que permita
responder de manera adecuada a las necesidades del paciente y su familia en todas las
dimensiones: biofísica, psicológica y social. Para tal efecto, la ejecución de los procesos de
atención en LMC, debe ser realizada por un equipo multidisciplinario que actúe de manera
coordinada e integrada en pro de facilitar los elementos que se describen a continuación:
- Mejorar el diagnóstico precoz, el acceso a las intervenciones terapéuticas, soporte, monitoreo y seguimiento.
- Generar un plan de tratamiento acordado e integrado, derivado de un
perfilamiento individual del paciente y construido teniendo en cuenta a los diferentes equipos y disciplinas que son responsables de la atención. - Adoptar de manera estandarizada, las mejores prácticas descritas en la evidencia
científica en un trabajo en equipo, que permita el aprendizaje organizacional y la
generación de una cultura de valor para el paciente con LMC. - Acompañar al paciente a lo largo del ciclo completo de atención, educarlo,
apoyarlo y empoderarlo en el autocuidado, mejorando su satisfacción y de
manera puntual la adherencia a las intervenciones definidas como necesarias e
importantes en el proceso asistencial.
El Modelo de Atención debe buscar estrategias para que se integren y articulen a la ruta del
paciente no solo las diferentes disciplinas del conocimiento en equipos multidisciplinarios, sino
también los servicios y escenarios de atención. En el caso de la LMC se busca integrar los servicios
de patología, laboratorios de alta complejidad, servicios de hospitalización y urgencias entre otros.
La coordinación de la atención en un enfoque integral, debe permitir sumar acciones y esfuerzos a
la cadena de la atención clínica, para responder de la mejor manera a las necesidades del paciente
y garantizar el acceso, la oportunidad y la continuidad de la atención. Este enfoque busca asegurar
que la atención se preste de una manera lógica, conectada y oportuna para que los objetivos de
tratamiento y de la atención en una oferta de valor se cumplan.
Lograr la integralidad y coordinación de la atención, es responsabilidad de los tomadores de
decisiones de todos los actores del sector involucrados, así como de los profesionales de la salud
responsables del cuidado de los pacientes y por lo tanto deben ser considerados en su práctica.
Mejorar la continuidad permite afianzar las interfaces entre actores, romper la fragmentación de
la atención y garantizar que la ruta del paciente sea el hilo conductor del Modelo de Atención,
fortaleciendo el principio de atención centrada en el paciente.